El reconocido animador japonés Hayao Miyazaki obtuvo su segundo premio Oscar el domingo por «El niño y la garza», su primera película en una década y posiblemente la última. La película, ambientada durante la Segunda Guerra Mundial, ganó el premio a la mejor película animada, igualando el logro que Miyazaki alcanzó en 2003 con «El viaje de Chihiro». Aunque Studio Ghibli no estuvo presente en la ceremonia, «El niño y la garza» ofrece una experiencia visual encantadora que transporta a los espectadores a un mundo fantástico lleno de criaturas misteriosas y personajes únicos. La película, inspirada en los recuerdos personales de Miyazaki y en parte en la relación con su padre, captura la esencia del entorno rural y la lucha del protagonista por aceptar su nueva realidad. A pesar de haber anunciado su retiro en el pasado, Miyazaki regresó para crear esta película, la cual fue un éxito tanto en Japón como en América del Norte. En un documental reciente, Miyazaki reveló su profunda conexión con el fallecido cofundador de Ghibli, Isao Takahata, quien sirvió de inspiración para uno de los personajes de la película. Expresó su deseo de explorar aspectos más profundos de su ser en su obra, reflejando su compromiso continuo con la creación artística.

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