
A principios de 2023, se esperaba que la tendencia de salida de capitales de Perú se detuviera, según gestores de patrimonio y analistas, quienes confiaban en un cambio de gobierno que prometía mayor estabilidad política y relaciones comerciales más sólidas con los principales socios del país. Sin embargo, la salida de capitales hacia economías desarrolladas, especialmente Estados Unidos y Europa, persistió, alcanzando una cifra neta de US$ 1,675 millones en 2023, sumándose a las salidas significativas en años anteriores, que se intensificaron debido a la incertidumbre política tras la llegada al poder de Pedro Castillo en 2021.
Factores como la recesión económica experimentada el año pasado, con una contracción del 0.6%, y las perspectivas poco alentadoras para la recuperación en 2024, han llevado a muchas empresas con inversionistas extranjeros a abstenerse de invertir en el mercado local, optando por pagar dividendos en su lugar. A pesar de una relativa estabilidad política en 2023, persisten desafíos de gobernabilidad, incluyendo tensiones entre los poderes del Estado, como el Congreso, lo que afecta negativamente la percepción de inversión en el país.
Aunque se ha moderado el riesgo político, el ambiente de incertidumbre económica y la falta de confianza en el mercado local han incentivado la salida de capitales. Algunas empresas han transferido cuentas corporativas al exterior para aprovechar tasas de interés más atractivas. Jorge Chaves, presidente de Maximixe, señala que, a pesar de la estabilización política, la persistencia de problemas de gobernabilidad, como las disputas entre el Congreso y la Junta Nacional de Justicia, continúa generando una mala señal para los inversionistas.
La evolución de los flujos de capitales dependerá de factores como las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos, la situación política y social local, y las expectativas electorales hasta al menos 2026. Jorge Chávez, de Maximixe, estima que si la Fed reduce su tasa de interés como se espera, la rentabilidad de los instrumentos externos disminuiría, lo que podría atenuar la fuga de capitales. Sin embargo, Jorge Espada, de Valoro Capital, considera que antes de 2026, será difícil que regrese una parte significativa de los capitales peruanos que salieron del país hasta 2023, sugiriendo que podrían pasar muchos años antes de que la mayoría de estos recursos vuelva a Perú.
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