Desde los primeros siglos después de Cristo, distintas partes de Jerusalén se marcaron para rezar las estaciones del paso de Jesús con la cruz. La tradición del rezo en estos lugares conocidos como la Vía Dolorosa data de miles de años y con el tiempo se empezó a hacer más habitual en Occidente.

Aunque normalmente eran 14 las estaciones del Vía crucis, como se conoce el camino del ascenso de Jesús al Monte Calvario hasta su sepultura, los fieles agregaron una posible °15 parte, que incluye la resurrección luego de morir en la cruz.

Distintas iglesias muestran las imágenes de la Vía Dolorosa a lo largo de su recorrido, donde los fieles pueden meditar o reflexionar sobre el significado de cada una. Además, existe una oración específica para cada estación, dependiendo de la región o de la comunidad religiosa.

De acuerdo a la tradición católica, cada imagen del sufrimiento de Jesús por la salvación de la humanidad se muestra en una estación, que tiene un rezo particular. Las estaciones son:

Cuando comenzó la tradición de rezar el Vía crucis en Jerusalén, había una gran cantidad de peregrinos que viajaban desde Europa a la ciudad para conmemorar la Pasión de Cristo. Sin embargo, este viaje no era nada barato y sencillo, por lo que muchas iglesias en los Siglos XV y XVI comenzaron a diseñar su propio recorrido.

Una de las primeras fue el convento dominico de Córdoba, en España, construidas por el Beato Álvaro de Córdoba. El derecho a erigir sus propios Viacrucis fue otorgado por el papa Inocencio XI en 1686 y declaró que las indulgencias antes conseguidas por realizarlo en Jerusalén podrían ser obtenidas en los circuitos nuevos.

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